EN ESTE INSTANTE, BREVE Y DURO INSTANTE
En este instante, breve y duro instante,
¡cuántas bocas de amor están unidas,
cuántas vidas se cuelgan de otras vidas
exhaustas en su entrega palpitante!
Fugaz como el destello de un diamante,
¡qué de manos absurdamente asidas
quieren cerrar las más leves salidas
a su huida perpetua e incesante!
Lentos, aquí y allá, y adormecidos,
¡tantos labios elevan espirales
de besos!... Sí, en este instante, ahora
que ya pasó, que ya lo hube perdido,
del cual conservo sólo los cristales
rotos, primera ruina de la aurora.
A continuación vamos a analizar este bello soneto de Ángel González.
En primer lugar, en el PLANO DE LA REPRESENTACIÓN, hallamos que aparecen una serie de temas tópicos en la poesía, como son el amor, el paso rápido del tiempo y el dolor por la separación. Así pues, conjugados, podríamos decir que el tema es el DOLOR por la separación de los amantes al amanecer, tópico medieval que se ha ido reelaborando con el transcurso de los siglos.
En cuanto a la distribución temática, nos encontramos con dos grandes bloques temáticos:
BT1 (vv. 1-11): Encuentro amoroso en ese breve instante temporal que es la noche (tiempo subjetivo: breve porque para el amante siempre es corto el tiempo que pasa en compañía de su amada). Ocupa los dos cuartetos y el primer terceto y tienen ciertas coincidencias:
a) Exclamaciones retóricas
b) Expresiones temporales: "instante", "fugaz" (2), "huida perpetua e incesante", "instante", ahora".
c) Verbos en formas del presente de Indicativo: "están", "se cuelgan", "quieren", "elevan".
BT2 (vv. 12-14): Ocupa el último terceto y hay un cambio: del encuentro amoroso descrito e impersonal (en cuanto a no participación de ningún agente lírico) se pasa a la presencia del YO LÍRICO que expresa su dolor porque para él ese momento amoroso ya acabó. De hecho se refiere a él con verbos en pasado ("pasó", "lo hube perdido") y ahora, su presente ("conservo") hace referencia al momento de soledad, dolor, abatimiento que se cierne sobre él ("cristales rotos", "ruina de la aurora").
Así pues, encontramos que es este último bloque temático el que funciona como EJE TEMÁTICO (es en él donde el tema y el patetismo aparecen e irradian), frente al primer gran bloque temático, que funcionaría como MOTIVOS SECUNDARIOS DE CONTRASTE, ya que frente a la desoladora herida de amor del hablante lírico, se nos describe la entrega amorosa y vivificadora de otros amantes. Ese mismo contraste hace que el eje temático quede resaltado aún mayormente, por lo que el CLÍMAX del poema va en aumento a medida que nos acercamos a su final. Resulta paradójico, no obstante, que el clímax aparezca tras tantas exclamaciones retóricas, que elevan el tono del poema. Pero es precisamente todo ese uso de exclamaciones frente al tono calmado y triste del eje temático el que nos hacer pensar que el clímax, aunque, repetimos, en un modo no asertivo, se aguarda al final del poema, cuando se descubre que todas esas expresiones o cantos al amor no eran otra cosa que dolor por lo que "pasó". Mas ese dolor sólo lo descubrimos en el último terceto, en el eje temático, donde se haya el clímax. Por lo tanto, POEMA CLIMÁTICO que mantiene y eleve la tensión hasta el último momento.
Partiendo de lo analizado hasta ahora, no cabe duda de que el modelo compositivo del poema es SINTÉTICO, cuyo esquema sería el siguiente:
--------------------------------------
--------------------------------------
--------------------------------------
--------------------------------------
--------------------------------------
-------------------------------------- [A] Breve pero intenso encuentro
-------------------------------------- amoroso de otros amantes
--------------------------------------
-------------------------------------- CONTRASTE
--------------------------------------
--------------------------------------
--------------------------------------
-------------------------------------- [B] Desolación del yo por la
-------------------------------------- pérdida de ese tiempo fugaz
al amanecer
En este instante, breve y duro instante,
¡cuántas bocas de amor están unidas,
cuántas vidas se cuelgan de otras vidas
exhaustas en su entrega palpitante!
Fugaz como el destello de un diamante,
¡qué de manos absurdamente asidas
quieren cerrar las más leves salidas
a su huida perpetua e incesante!
Lentos, aquí y allá, y adormecidos,
¡tantos labios elevan espirales
de besos!... Sí, en este instante, ahora
que ya pasó, que ya lo hube perdido,
del cual conservo sólo los cristales
rotos, primera ruina de la aurora.
A continuación vamos a analizar este bello soneto de Ángel González.
En primer lugar, en el PLANO DE LA REPRESENTACIÓN, hallamos que aparecen una serie de temas tópicos en la poesía, como son el amor, el paso rápido del tiempo y el dolor por la separación. Así pues, conjugados, podríamos decir que el tema es el DOLOR por la separación de los amantes al amanecer, tópico medieval que se ha ido reelaborando con el transcurso de los siglos.
En cuanto a la distribución temática, nos encontramos con dos grandes bloques temáticos:
BT1 (vv. 1-11): Encuentro amoroso en ese breve instante temporal que es la noche (tiempo subjetivo: breve porque para el amante siempre es corto el tiempo que pasa en compañía de su amada). Ocupa los dos cuartetos y el primer terceto y tienen ciertas coincidencias:
a) Exclamaciones retóricas
b) Expresiones temporales: "instante", "fugaz" (2), "huida perpetua e incesante", "instante", ahora".
c) Verbos en formas del presente de Indicativo: "están", "se cuelgan", "quieren", "elevan".
BT2 (vv. 12-14): Ocupa el último terceto y hay un cambio: del encuentro amoroso descrito e impersonal (en cuanto a no participación de ningún agente lírico) se pasa a la presencia del YO LÍRICO que expresa su dolor porque para él ese momento amoroso ya acabó. De hecho se refiere a él con verbos en pasado ("pasó", "lo hube perdido") y ahora, su presente ("conservo") hace referencia al momento de soledad, dolor, abatimiento que se cierne sobre él ("cristales rotos", "ruina de la aurora").
Así pues, encontramos que es este último bloque temático el que funciona como EJE TEMÁTICO (es en él donde el tema y el patetismo aparecen e irradian), frente al primer gran bloque temático, que funcionaría como MOTIVOS SECUNDARIOS DE CONTRASTE, ya que frente a la desoladora herida de amor del hablante lírico, se nos describe la entrega amorosa y vivificadora de otros amantes. Ese mismo contraste hace que el eje temático quede resaltado aún mayormente, por lo que el CLÍMAX del poema va en aumento a medida que nos acercamos a su final. Resulta paradójico, no obstante, que el clímax aparezca tras tantas exclamaciones retóricas, que elevan el tono del poema. Pero es precisamente todo ese uso de exclamaciones frente al tono calmado y triste del eje temático el que nos hacer pensar que el clímax, aunque, repetimos, en un modo no asertivo, se aguarda al final del poema, cuando se descubre que todas esas expresiones o cantos al amor no eran otra cosa que dolor por lo que "pasó". Mas ese dolor sólo lo descubrimos en el último terceto, en el eje temático, donde se haya el clímax. Por lo tanto, POEMA CLIMÁTICO que mantiene y eleve la tensión hasta el último momento.
Partiendo de lo analizado hasta ahora, no cabe duda de que el modelo compositivo del poema es SINTÉTICO, cuyo esquema sería el siguiente:
--------------------------------------
--------------------------------------
--------------------------------------
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-------------------------------------- [A] Breve pero intenso encuentro
-------------------------------------- amoroso de otros amantes
--------------------------------------
-------------------------------------- CONTRASTE
--------------------------------------
--------------------------------------
--------------------------------------
-------------------------------------- [B] Desolación del yo por la
-------------------------------------- pérdida de ese tiempo fugaz
al amanecer
Sigamos con el PLANO DE LA FIGURACIÓN.
En cuanto a las figuras pragmáticas, dos son las actitudes que encontramos en el poema: ENUNCIACIÓN y LENGUAJE DE CANCIÓN. La primera, con valor referencial, nos aparece en los 11 primeros versos, describiendo como ya dijimos el encuentro amoroso en los amantes, mientras que en la segunda, con valor expresivo y que ocupa los 3 últimos versos, hace referencia al Yo Poético que expresa su dolor. Como vemos, la distribución temática que hicimos se corresponde con las dos actitudes que aparecen.
Respecto a las figuras léxico-semánticas, analizaremos únicamente aquellas que consideramos principales y relevantes en este comentario. Así, pues, en primer lugar, encontramos dos metonimias de los amantes: "bocas de amor" y "vidas se cuelgan de otras vidas". Si nos centramos en los elementos nucleares, vemos que se hace referencia por un lado a la boca, parte sensual y erótica, mientras que por otro a la vida como dependencia amorosa. A continuación, vemos una metáfora: "entrega palpitante". En ella se explicita la entrega amorosa con el corazon palpitante, nervioso, acelerado por ese mismo momento de entrega. Seguidamente nos hallamos con una comparación que habla de la brevedad de la unión: "fugaz como el destello de un diamante". No obstante, el término "diamante" hace referencia a la hermosura y belleza de esa unión breve. Aparece a continuación una imagen adjetiva ("huida perpetua e incesante") donde se nos describe la huida del tiempo de esa unión lo que la convierte en breve (repetimos de nuevo). Si seguimos leyendo, de nuevo nos encontramos con una metonimia de los amantes ("manos absurdamente asidas" y "labios") que creemos que no necesita otra explicación. En ese mismo primer terceto vemos una imagen visionaria: "espirales de besos". Su explicación es sencilla: son besos especiales, que provocan en quienes los dan y los reciben una sensación de mareo excitante, como una experiencia lúdica y atractiva, cual si fuesen montados en un vagón de una montaña rusa. Finalmente, en el último terceto encontramos dos metáforas importantísimas para la comprensión de este texto poético: "cristales rotos" (que hace referencia a la ruptura del momento amoroso y el dolor que provoca) y "primera ruina de la aurora" (momento de desolación, caída interior, tristeza en la que se sume el amante al amanecer).
En lo que respecta a las figuras gramaticales, cabe destacar el uso de dos: la anáfora y las exclamaciones retóricas. En la primera, el "cuántas" repetido en los versos 2 y 3 resalta frente a la soledad del amante; las segundas, por su parte, ya fueron explicadas anteriormente en el apartado del clímax. La última sección de las figuras gramaticas que nos queda por ver es la del DINAMISMO. Y aquí de nuevo nos encontramos que las dos partes en que hemos dividido el poema nos dan la razón, pues mientras que un dinamismo negativo predomina en los dos cuartetos y el primer terceto (aparecen 4 verbos solamente y muchísimos adjetivos), en cambio es un dinamismo positivo el que se da en el último terceto (aparecen 3 verbos y 3 sustantivos). ¿A qué se debe esto? El negativo provoca una sensación de lentitud, pese a la brevedad del momento. Esto parece una incongruencia, pero no si pensamos que se debería a cómo esas imágenes o ensoñaciones de amor de otros le duelen y pasan como lentas frente a la rapidez (dinamismo positivo de los tres últimos versos), la instantaneidad con la que para el YO pasó ese momento, que además de breve se le convirtió en duro.
Respecto a las figuras fónicas, comenzamos con una obviedad: el poema es un soneto compuesto por dos cuartetos y dos tercetos cuya rima es ABBA ABBA CDE CDE. La rima es consonante (exceptuando los versos 9 y 12) y cabe destacar el empleo de rima temática o sinonímica ("unidas" y "asidas" que, casualmente, riman con "vidas": dependencia y unión de los amantes). También hay de este tipo de rima en "ahora" y "aurora": une los dos momentos del dolor que en realidad son uno mismo.
Hemos de hacer aquí una breve aclaración: podría entenderse que el término "aurora" es metafórico y hace referencia a la adolescencia o primera juventud. Así, se podría entender el final del poema como el dolro ante el primer desengaño amoroso frente al amor que sigue fluyendo en otros amantes. No obstante, entendemos que el término "aurora" siempre hace referencia al nacimiento o inicios de algo o alguien; luego se hace muy difícil entender que en la niñez alguien sufra un desengaño amoroso. Descartada esta hipótesis, el tema de la separación amorosa en el momento del alba, que -como ya comentamos antes- es clásico en nuestra literatura, vuelve a ser el único que explica este poema.
En cuanto al esquema acentual, veamos los siguientes puntos:
(i) Al tratarse de endecasílabos, el último acento u ACENTO ESTRÓFICO recae sobre la sílaba décima (par), con lo cual dicta una pauta PAR O YÁMBICA.
(ii) Encontramos los siguientes excitantes melódicos (es decir, acentos en la primera sílaba de un verso que recalcan palabras importantes dentro del discurso poético del poema): "cuántas" (vv.2-3) para resaltar el número de amantes, "quieren" (v. 7) que muestra la voluntad de no separarse, de detener el tiempo, "lentos" (v. 9), ya citado y explicado en el dinamismo (destacar ese término por cómo esas imágenes o ensoñaciones de amor de otros le duelen y pasan como lentas frente a...), "tantos" (v.10), igual que en "cuántas"; y por último, "rotos" (v.14), ya también explicado: la ruptura del momento amoroso y el dolor que provoca.
(iii) Acentos extrarrítmicos (acentos que no siguen la pauta y por lo tanto también remarcan palabras importantes): "bocas" (v.2), "vidas" (v.3), "manos" (v.6) y "labios" (v.10) que ya dijimos que son metonimias de los cuerpos de los amantes y que expresan sensualidad y erotismo; "lo húbe" (v. 12): tiempo pasado, conciencia de la pérdida; "húida" (v. 8): lo que temen los amantes, es decir, la huida del tiempo que los une.
En conclusión, hemos realizado un breve comentario de un hermoso soneto de Ángel González, donde hemos demostrado que todas las partes analizadas y explicadas se relacionan unas con otras, dando una coherencia y cohesión al análisis que es lo que se pretende al realizarlo. El poema trata un tema clásico, pero elaborado de una manera fácil y sencilla que permite a cualquier lector disfrutar del goce estético que produce su lectura y comprensión.
BIBLIOGRAFÍA: El texto poético. Teoría y metodología, Arcadio López-Casanova, ed. Colegio de España.
Cómo se comenta un texto literario, F. Lázaro Carreter y E. Correa Salvador, ed. Cátedra.
La mirada al texto. Comentario de textos literarios, Rosa Navarro Durán, Ed. Ariel.
El lenguaje literario. Teoría y práctica, Fernando Gómez Redondo, ed. Edaf.
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